Con la idea de sumergir a las clientas en una selva, Maria Cher convocó al artista plástico Diego Gravinese a intervenir el local de Palermo, quien logró el objetivo creando un mural fotográfico que envuelve toda la estructura en tonalidades verdes.
SRZ se encargó de musicalizar la presentación del nuevo entorno tropical, acentuando el misterio femenino de la oscuridad de la selva a través del sonido.
Resultado: tarde vital y casi mística dentro de un ambiente que atrapa y transforma la visual de El Salvador.